Genio número 68: Habuhiah.
Lo que puede obtenerse de Habuhiah:
Virtudes para la curación de enfermedades. La conservación de la salud. Cosechas
abundantes, fecundidad para los que no pueden tener hijos.
“Habuhiah; Dios que da con liberalidad ”. “Load al Eterno porque Él es Bondad y Su misericordia es para siempre jamás”.
“Confitemini Domino, quoniambo nus: quonian in saeculum misericordia ejus”. “Habuhiah, haz que mi fe sea fecunda y que pueda ella mover montañas”. “Haz que Tu luz, acumulada en mi interior, sea tan intensa que pueda con ella restablecer la salud de los enfermos. Haz que las tentaciones que la vida me depare sirvan para fortalecerme y adquirir una más alta conciencia”. “Señor Habuhiah, dame fuerza para ser osado, dame valor para afrontar el peligro, dame Tu luz para vencer mi oscuridad”. “Llévame con mano firme a los dominios de la verdad y la trascendencia”. “Hazme ciudadano de ese mundo en el que ya no existe la duda”. “Permite, oh Señor Habuhiah, que sea para los demás una fuente de salud y alegría”.
Genio número 69: Rahael.
Lo que puede obtenerse de Rahael:
El encontrar los objetos perdidos o robados y saber quién los sustrajo. Renombre,
fortuna y legados. La benevolencia de los magistrados. Eficacia de la abogacía. La
limpieza del pasado kármico: el perdón de los pecados.
“Rahael; Dios que ve todo”. “Señor, sois mi parte de herencia y mi cáliz. Vos tenéis en vuestras manos mi destino”. “Dominus pars haere ditatis meae et calicis mei, tu es qui restitues haeve ditaten meam mihi”. Rahael: Señor que todo lo ves, en la sublime memoria de las vidas, dame la fuerza necesaria para pagar el mal y transmutar los antiguos odios en puros amores desinteresados”. “Vacía mi alma de todo lo torcido y miserable que pueda haber en ella, para que en mis tinieblas pueda penetrar Tu luz ”. “Y cuando haya apurado hasta la última gota del cáliz de la amargura, permite, Rahael, que rinda testimonio de la divina sabiduría, permite que sea un ejemplo viviente para los demás y que me convierta en canal de los grandes designios del espíritu”.
Genio número 70: Jabamiah.
Lo que puede obtenerse de Jabamiah:
Expresa la eterna fecundidad de Dios y puede obtenerse de Él, todo. La restitución
de los poderes creadores. La capacidad de engendrar. La regeneración de los corruptos, la purificación de la naturaleza humana. Ayuda a convertirse en una de las primeras luces de la Filosofía.
“Jabamiah; Verbo que produces todas las cosas. En el principio, Alohim, Él, los dioses, el Ser de Seres, había creado lo que constituye la existencia de los cielos y la tierra”. “Jabamiah; Señor que produce todas las cosas, haz de mí el receptáculo vivo y conciente de Tu Verbo”. “Lléname Jabamiah de Tu presencia, de suerte que cuando el mundo me llame a la acción, sea Tu fuerza la que actúe, Tu voz la que ordene, Tu divino genio el que construya”. “Regenera en mí, Señor Jabamiah, todo lo que no sea conforme a la Ley divina y guárdame, Señor, de la vanidad de pensar que mis obras son mías y no tuyas”. “Permite, Jabamiah, que las circunstancias sean propicias a la expresión de Tu Verbo, y pon ante mí las personas adecuadas para que tu semilla fructifique en ellas”. “Y si mi trabajo es grato a Tus ojos, llévame, Señor, hasta el Trono de Dios”.
Genio número 71: Haiaiel.
Lo que puede obtenerse de Haiaiel:
La confusión de los malvados. Protección contra cualquier acechanza. Protege a
todos los que recurren a Él. La victoria de una causa justa. Valentía y energía para afrontar el peligro.
“Haiaiel; Dios dueño del Universo”. “Mis labios loarán altamente al Eterno y lo celebraré en medio de la multitud ”. “Confitebor Domine nimis in ore meo et in medio multorum laudabo aum”.
“Haiaiel: haz que mi naturaleza emotiva se integre armoniosamente en el Gran Cuerpo del Pensamiento”. “No dejes que en ningún recodo de mi ser, algo permanezca anclado en mi pasado”. “Y si la sangre inocente de Abel clama venganza dentro de mí, permite, Señor Haiaiel, que mi corazón comprenda las razones de mi cabeza, de manera que jamás levante mi mano ni contra los seres ni contra las cosas”. “Y cuando los poderes de Aleph me sean dados, ayúdame, Señor Haiaiel, a expresar la doble verdad de los Deseos y de la Mente, de una forma equilibrada y útil para los demás como perfecto intermediario entre los Señores del cielo y los Hombres de la Tierra”.
Genio número 72: Mumiah.
Lo que puede obtenerse de Mumiah:
Protección en las operaciones misteriosas y secretas. El triunfo de toda cosa y su conclusión final. Otorga una larga vida y llena de realizaciones. Da vocación por la medicina y permite efectuar curaciones maravillosas. Ayuda para la protección de los pobres y de los enfermos. Revelación de secretos que han de aportar la felicidad.
“Mumiah; fin de todas las cosas”. “Retorna mi alma a Tu serenidad, ya que el Señor te ha otorgado sus bondades”. “Convertero anima mea in réquiem tuam: quia Dominus benefecit tibis”. “Mumiah; sublime Señor del renacer y los cambios, haz que en mi naturaleza banalizada surja la divina quimera del oro; haz que mi hambre de luz y pureza se condensen en mi estructura psíquica y me conviertan en la madre fecunda de una verdad más alta que mi propio ser”. “Haz que renazcan en mí todos mis principios que han llevado el mundo a su plenitud, y que tu servidor humilde pueda ser para los demás el portador de Tu renacer, en átomos en sus células, en su simiente; el portador de salud y longevidad, el mensajero de tus misteriosas virtudes”.
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