videntes en Barcelona, videntes telefónicos, videncia telefónica.
Mi vida como médium no ha sido fácil y hoy, a mis 56 años,
he de agradecer a mi familia.
El que me hayan comprendido y aceptado, puesto que la convivencia con un médium es bastante difícil. La Mediumnidad nos hace vivir en dos planos a la vez, nos da el contacto audio-visual entre distintas dimensiones y hace que la realidad material y la paranormal se entremezclen causándonos confusiones y distorsiones El ojo humano, a cierta velocidad vibracional no ve nada. Siempre cito el ejemplo de un ventilador, cuando está parado distinguimos sus aspas perfectamente, pero cuando lo ponemos en marcha, las aspas se distorsionan, y las perdemos de vista. Para el Médium, si relaja su mente, las aspas son perfectamente visualizadas. Así vemos los distintos planos de existencia lo que se llama mundos paralelos, dentro de nuestro propio mundo, tenemos por ejemplo al Dr. Antonio codo, quien desde Brasil, dedicó 40 años de su vida a la experimentación y algunos faraones egipcios, y nos expone como podemos estar viviendo en distintos planos a la vez, aunque estos no sean perceptible a simple vista, porque su tasa vibratoria es superior a la nuestra normal. Con estas simples explicaciones muchos misterios pueden sernos revelados.
El Alma lo es todo admitía que una parte del cerebro respondía a estímulos que científicamente se desconocían. Es como si la espiritualidad fuese siempre por delante de la ciencia, como claramente podemos observar en el caso de Leonardo Da Vinci quien inventó el aeroplano, solo que se necesitaron 400 años, antes de que la ciencia descubriera las aleaciones metálicas y motrices para poderlo poner a la práctica y si observamos su obra veremos que se preocupó muchísimo por el avance espiritual de la Europa de su época. Así podría citar centenares de ejemplos sólo que me saldría del tema inicial que es explicar la mediumnidad y solo puedo explicarla desde mi propia experiencia, con la ilusión de que pueda servir a otros médiums a aceptarse, e incluso a autoafirmarse, desoyendo las críticas que desgraciadamente desde el propio ambiente familiar y social, le van llegando. Los hospitales psiquiátricos están llenos de médiums a quien la sociedad tachó de locos, y es que no se acepta todo aquello que no es demostrable científicamente, aunque la propia ciencia necesita de los “visionarios” para alcanzar el conocimiento de que “algo” existe y desde ahí poder empezar a investigarlo, es más fácil ante cualquier manifestación decir: “vaya locura” o “tu estás loca” que intentar estudiar y profundizar en el tema, el termino locura en este caso, sería la panacea, para liberar nuestra responsabilidad. Ahí fue donde el Ángel Ieiazel, aun a sabiendas de que para mí representa un enorme esfuerzo, me inculcó la necesidad de escribir este pequeño libro, fue leyéndole sus atributos en el libro, que comprendí el amplio sentido del valor de la comunicación. Ieiazel tiró al suelo las últimas dudas que tenía en mi interior de relatar la mediumnidad tal y como la he vivido. Él me enseñó que, en este mundo, se puede ser humilde y veraz sin caer en el egocentrismo, y que toda Verdad Vivida, puede ser guía o luz para otras personas que compartan el mismo tipo de experiencias. A Ieiazel y los 71 ángeles más, me encomiendo a la espera de que su servicio y auxilio me sirvan para relatar de forma clara esas energías que siendo lo mejor de mi vida, mal encauzadas podían haberme destruido. Leiazel, desde la profundidad de mi Neptuno emotivo, guiará los pasos inciertos y vacilantes de esta narrativa, y en mérito a su apoyo intentaré expresar lo que el corazón me dicta. “Estás loco” no te escucho... cuantos médiums han oído estas palabras, y cuan desgraciados no se han sentido por eso, este pequeño libro, aún a riesgo de ser mal interpretada, es la lanza que me permito batir en favor de la mediumnidad, para que cualquier niño, cualquier persona, sea escuchada con respeto... y antes de tacharla de loca, se vea si realmente lo es o si se trata de un médium en potencia. Tuve la suerte de que mi familia me aceptase, e incluso la sociedad como mucho, me tomase por una loca divertida e inofensiva, por eso desde mi situación de “aceptada” quiero que mis hermanos médiums puedan encontrar esta paz interior de la que yo gracias a Dios disfruto. Si bien he de reconocer que no es tarea fácil, pues la primera lucha el médium la tiene consigo mismo. Los años de la infancia, los pasas con mucha confusión pues no entiendes porque todos no ven u oyen lo mismo que tú, y acabas encerrándote en ti mismo, y en muchos de los casos, pierdes el interés tanto por el entorno familiar como en el escolar.
El que me hayan comprendido y aceptado, puesto que la convivencia con un médium es bastante difícil. La Mediumnidad nos hace vivir en dos planos a la vez, nos da el contacto audio-visual entre distintas dimensiones y hace que la realidad material y la paranormal se entremezclen causándonos confusiones y distorsiones El ojo humano, a cierta velocidad vibracional no ve nada. Siempre cito el ejemplo de un ventilador, cuando está parado distinguimos sus aspas perfectamente, pero cuando lo ponemos en marcha, las aspas se distorsionan, y las perdemos de vista. Para el Médium, si relaja su mente, las aspas son perfectamente visualizadas. Así vemos los distintos planos de existencia lo que se llama mundos paralelos, dentro de nuestro propio mundo, tenemos por ejemplo al Dr. Antonio codo, quien desde Brasil, dedicó 40 años de su vida a la experimentación y algunos faraones egipcios, y nos expone como podemos estar viviendo en distintos planos a la vez, aunque estos no sean perceptible a simple vista, porque su tasa vibratoria es superior a la nuestra normal. Con estas simples explicaciones muchos misterios pueden sernos revelados.
Médium de nacimiento, clarividente, videncia natural,
El Alma lo es todo admitía que una parte del cerebro respondía a estímulos que científicamente se desconocían. Es como si la espiritualidad fuese siempre por delante de la ciencia, como claramente podemos observar en el caso de Leonardo Da Vinci quien inventó el aeroplano, solo que se necesitaron 400 años, antes de que la ciencia descubriera las aleaciones metálicas y motrices para poderlo poner a la práctica y si observamos su obra veremos que se preocupó muchísimo por el avance espiritual de la Europa de su época. Así podría citar centenares de ejemplos sólo que me saldría del tema inicial que es explicar la mediumnidad y solo puedo explicarla desde mi propia experiencia, con la ilusión de que pueda servir a otros médiums a aceptarse, e incluso a autoafirmarse, desoyendo las críticas que desgraciadamente desde el propio ambiente familiar y social, le van llegando. Los hospitales psiquiátricos están llenos de médiums a quien la sociedad tachó de locos, y es que no se acepta todo aquello que no es demostrable científicamente, aunque la propia ciencia necesita de los “visionarios” para alcanzar el conocimiento de que “algo” existe y desde ahí poder empezar a investigarlo, es más fácil ante cualquier manifestación decir: “vaya locura” o “tu estás loca” que intentar estudiar y profundizar en el tema, el termino locura en este caso, sería la panacea, para liberar nuestra responsabilidad. Ahí fue donde el Ángel Ieiazel, aun a sabiendas de que para mí representa un enorme esfuerzo, me inculcó la necesidad de escribir este pequeño libro, fue leyéndole sus atributos en el libro, que comprendí el amplio sentido del valor de la comunicación. Ieiazel tiró al suelo las últimas dudas que tenía en mi interior de relatar la mediumnidad tal y como la he vivido. Él me enseñó que, en este mundo, se puede ser humilde y veraz sin caer en el egocentrismo, y que toda Verdad Vivida, puede ser guía o luz para otras personas que compartan el mismo tipo de experiencias. A Ieiazel y los 71 ángeles más, me encomiendo a la espera de que su servicio y auxilio me sirvan para relatar de forma clara esas energías que siendo lo mejor de mi vida, mal encauzadas podían haberme destruido. Leiazel, desde la profundidad de mi Neptuno emotivo, guiará los pasos inciertos y vacilantes de esta narrativa, y en mérito a su apoyo intentaré expresar lo que el corazón me dicta. “Estás loco” no te escucho... cuantos médiums han oído estas palabras, y cuan desgraciados no se han sentido por eso, este pequeño libro, aún a riesgo de ser mal interpretada, es la lanza que me permito batir en favor de la mediumnidad, para que cualquier niño, cualquier persona, sea escuchada con respeto... y antes de tacharla de loca, se vea si realmente lo es o si se trata de un médium en potencia. Tuve la suerte de que mi familia me aceptase, e incluso la sociedad como mucho, me tomase por una loca divertida e inofensiva, por eso desde mi situación de “aceptada” quiero que mis hermanos médiums puedan encontrar esta paz interior de la que yo gracias a Dios disfruto. Si bien he de reconocer que no es tarea fácil, pues la primera lucha el médium la tiene consigo mismo. Los años de la infancia, los pasas con mucha confusión pues no entiendes porque todos no ven u oyen lo mismo que tú, y acabas encerrándote en ti mismo, y en muchos de los casos, pierdes el interés tanto por el entorno familiar como en el escolar.
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