LA ACTITUD Y EL DEBER DEL BRUJO EN LA HECHICERÍA,
ENCANTAMIENTOS, AMARRES DE PAREJA
El brujo debe ante todo entender que él es un ser humano
como cualquier otro y no debe caer en la arrogancia o soberbia, aun sabiendo
que ahora posee conocimientos “ocultos” y “secretos” que otros no dominan. Debe
ser consciente de quien, y que es, y de la amenaza que significa para la
sociedad por el simple hecho de estar preparándose para ser un futuro
hechicero. Un brujo verdadero no anda por la vida lanzando hechizos y conjuros
al viento ni repartiéndolos como golosinas. Debe aprender a utilizar su poder
de manera responsable y razonable. Recuerda que la Magia está para facilitarnos
la vida y ayudarnos a facilitársela a otros, pero como iniciado es necesario
que aprendas a no abusar de ella. Los hechiceros tampoco andamos por ahí haciendo
demostraciones de nuestra Magia. Si queremos hacer levitar una taza utilizamos
hilos y alambres, no gastamos nuestra energía en eso. Por otra parte, las
personas nunca creerán que la taza realmente levita y te acusarán de utilizar
algún truco. La energía necesaria para hacer flotar una taza o un simple lápiz,
es la misma que necesitaríamos para dominar mentalmente a diez personas a la
vez que se encuentran en diferentes partes del mundo. Recuerda siempre que la
paciencia y la práctica serán las claves de tu éxito. Un aprendiz que no tiene
la tenacidad y constancia necesaria, abandonará apenas falle en su primer
intento.
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