Para librarse de esta ojeriza, que tanto daño causa entre el elemento infantil, es necesario precaverse y para tal fin, es conveniente llevar consigo un amuleto destinado a contrarrestar el influjo de ese mal espíritu. Poseyendo el Talismán de referencia y agregando al levantarse la siguiente oración, aquel mal desaparecerá:
"Espíritu maligno, que a mi te acercaste, y que el mal dejaste, para hacerme sufrir; yo pido al Señor, que desaparezca, y a la vez me ofrezca un dulce vivir".
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