En
esta prueba se utiliza un objeto llamado “bola hipnótica”, pero la puedes
sustituir por cualquier objeto brillante que llame bastante la atención.
El sujeto permanece de pie con los brazos en cruz,
estos hacen una línea paralela al suelo, mientras el hipnotizador, con la mano
izquierda, le muestra una bola hipnótica, situándola un poco por encima de sus
ojos. Se comienza diciendo:
”Piensa que tus brazos empiezan a pesarte hasta tal punto que no te queda más remedio que bajarlos. Fija tu mirada en esta bola. Cuando la estés mirando, sentirás que tus brazos se hacen más pesados y terminarás bajándolos. Cuando mires esta bola, vas a sentir tal pesadez en tus brazos que se van a bajar. Ahora mismo ya estás empezando a notar que tus brazos pesan, y cada vez van a pesar más. Tus brazos pesan, y cada vez más. Tus brazos pesan... pesan... pesan... casi sin darte cuenta, tus brazos se hacen más y más pesados. Cada segundo que pasa, tus brazos se hacen más pesados. Sientes una gran pesadez en los brazos. Seguir con los brazos en cruz te resulta difícil, cada vez más difícil. Tus brazos se van a bajar. Tus brazos se bajan. Tus brazos son pesados... pesados. Te resulta imposible mantenerlos en posición horizontal... absolutamente imposible. Tus brazos se bajan... más... más... más, un poco más. Tus brazos son pesados... pesados... pesados... muy pesados. Tan pesados que caen. Tus brazos caen. Tus brazos caen completamente, es como si soportaran un enorme peso... Un enorme peso que los hace caer. Un enorme peso... un enorme peso... un peso enorme que hace caer tus brazos, si que puedas evitarlo.”
”Piensa que tus brazos empiezan a pesarte hasta tal punto que no te queda más remedio que bajarlos. Fija tu mirada en esta bola. Cuando la estés mirando, sentirás que tus brazos se hacen más pesados y terminarás bajándolos. Cuando mires esta bola, vas a sentir tal pesadez en tus brazos que se van a bajar. Ahora mismo ya estás empezando a notar que tus brazos pesan, y cada vez van a pesar más. Tus brazos pesan, y cada vez más. Tus brazos pesan... pesan... pesan... casi sin darte cuenta, tus brazos se hacen más y más pesados. Cada segundo que pasa, tus brazos se hacen más pesados. Sientes una gran pesadez en los brazos. Seguir con los brazos en cruz te resulta difícil, cada vez más difícil. Tus brazos se van a bajar. Tus brazos se bajan. Tus brazos son pesados... pesados. Te resulta imposible mantenerlos en posición horizontal... absolutamente imposible. Tus brazos se bajan... más... más... más, un poco más. Tus brazos son pesados... pesados... pesados... muy pesados. Tan pesados que caen. Tus brazos caen. Tus brazos caen completamente, es como si soportaran un enorme peso... Un enorme peso que los hace caer. Un enorme peso... un enorme peso... un peso enorme que hace caer tus brazos, si que puedas evitarlo.”
Como es normal, una persona no puede permanecer en
esa posición durante más de dos minutos, aunque el subconsciente del sujeto
creerá que es debido a la sugestión del hipnotizador.
El éxito (reacción física) de esta primera parte es seguro. (Es decir, que veamos que no aguanta más con los brazos en esa posición y termina bajándolos.)
El éxito (psicológico) es hacer creer al subconsciente del sujeto que las sugestiones que le sugerimos se cumplen como por arte de magia.
El éxito (reacción física) de esta primera parte es seguro. (Es decir, que veamos que no aguanta más con los brazos en esa posición y termina bajándolos.)
El éxito (psicológico) es hacer creer al subconsciente del sujeto que las sugestiones que le sugerimos se cumplen como por arte de magia.
Para comprobar que la primera parte ha tenido éxito,
vamos a acompañar la sugestiones siguientes con gestos: sin tocar en ningún
momento al sujeto, el hipnotizador debe realizar una serie de movimientos para
guiar tus brazos hacia abajo, como si ejerciera presión sobre ellos.
“Continúa mirando la bola. Al hacerlo, vas a
sentirte incapaz de levantar los brazos. Tus brazos pesan mucho, tanto que,
dentro de un momento, cuando intentes levantarlos, no podrás hacerlo. Tus
brazos son pesados, pesados, muy pesados. Nunca hubieras podido imaginar que
pesaran tanto. Tus brazos se pegan a tus muslos, se pegan cada vez más. Pronto
te resultará imposible levantarlos. Por mucho que lo intentes, no podrás.
Cuanto más te esfuerces por levantarlos, más pesados te parecerán. Tus brazos
han dejado de obedecerte. Ya no tienes ningún poder sobre ellos. Tus brazos se
paralizan. Cuando yo diga tres notarás que no puedes levantarlos, comprobarás
que es absolutamente imposible. Tus brazos se paralizan. Cuando yo diga tres
notarás que no puedes levantarlos, comprobarás que es absolutamente imposible.
Tus brazos son pesados... pesados... pesados. Cuando yo diga tres te será
imposible levantarlos. Intentarás levantarlos, pero no lo conseguirás. Te
parecerá una tarea imposible. Uno, tus brazos son muy pesados. Tus brazos no
tienen fuera... Dos, tus brazos pesan todavía más. Se pegan a tus muslos, se
adhieren a tus muslos... Tres, no puedes levantarlos. Cuanto más lo intentes
más difícil te resultará. Tus brazos pesan demasiado. Te resulta completamente
imposible levantarlos.”
Si el sujeto no consigue separar los brazos del
cuero, la prueba habrá terminado con éxito. (Normalmente, a no ser que tengas
un gran dominio en el manejo de la voz a la hora de dictar las sugestiones, te
resultará muy complicado acabar esta prueba con éxito.)
Si eres principiante, no te la recomiendo.
Método de profundización:
Como vimos en el capítulo anterior, estas técnicas
se utilizan para hacer que el sujeto entre en un estado más profundo de
hipnosis. (Cuando creemos que una persona no está en el estado que hipnosis que
necesitamos para ciertas sugestiones, deberemos aplicar métodos de
profundización hasta que llegue al estado de hipnosis esperado.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario