Este
método es uno de los más fáciles con muy buenos resultados. Se basa en intentar
confundir al sujeto mientras este realiza una tarea. Ante esa situación de
confusión, cuando se le ordene que duerma, el sujeto no rechazará esa idea y
dormirá. Vamos a poner por ejemplo, el planteamiento de Lecron, por ser uno de
los más fáciles:
Comenzamos por ordenarle al sujeto que comience a
contar desde cien hasta cero lentamente. (Habrá que decirle en la misma
sugestión, que podrá mover la boca y hablar sin despertar)
Una vez que ha comenzado, tienes que darle sugestiones
acerca de la pesadez de su brazo derecho. Diciéndole que su brazo derecho se
hace muy ligero, tan ligero que comienza a subir hacia arriba. Un minuto
después, dale órdenes acerca de que su brazo izquierdo se hace muy ligero.
(¿Pero no era el derecho? Ahí está la cosa. Tienes que hacer que le asalten
muchas dudas.) Al cabo de un rato, le dices que sus dos brazos se hacen muy
pesados y que no los puede levantar, porque su brazo derecho comienza a subir.
¿Sabes a que me refiero? En dar órdenes que no tienen sentido, para que la
cuenta atrás le sea más difícil.
Después de un rato, darle la siguiente sugestión: “Escúchame atentamente! Antes de que
cuentes veinte números más, te equivocarás en tu cuenta. Te resultará muy
difícil contar hacia atrás. Será entonces, cuando solo querrás dormir.”
Repetir más sugestiones del mismo tipo hasta que
notes que al sujeto le está costando verdaderamente contar hacia atrás. Será
entonces cuando le des la sugestión: “Deja
de contar ya y duerme!”
Método de la risa
Otro método de profundización es hacer que el sujeto
se imagine una escena que haga risa. Por ejemplo: Hacer que el sujeto se
imagine que está en una boda. Cuando llega la tarta. Ve como el que la llevaba
tropieza y se la hecha encima a la novia.
Hacer que el sujeto se ría es una forma de
profundizar el estado hipnótico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario