Tarot Barato Fiable y Tarot Económico desde México y Estados Unidos

Tarot Barato Fiable y Tarot Económico desde España 15m/5€, México y Estados Unidos
NUMEROS INTERNACIONALES

Post Top Ad

Mostrando entradas con la etiqueta hipnosis. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta hipnosis. Mostrar todas las entradas

martes, 5 de mayo de 2015

8:30

Método del reloj de pulsera - Parte 2



Cuando se haya provocado la risa, el hipnotizador pasa a otra sugestión:

“Dentro de un momento podrás doblar el brazo, pero tus pies no podrás moverse, es como si estuvieran clavados en el suelo. Voy a contar hasta tres, y cuando diga tres tus pies estarán adheridos al suelo, será imposible moverlos. Uno... dos... tres...”

El hipnotizador deja el brazo del sujeto extendido a lo largo de su cuerpo, y después dice:

“Tienes la impresión de que tus pies están clavados en el suelo. Te resulta imposible caminar. Te resulta imposible avanzar o retroceder. Es inútil que hagas esfuerzos, tus pies no se mueven. Eres consciente de lo que está pasando, te esfuerzas, pero no puedes caminar.”

Si es necesario, el hipnotizador debe repetir la sugestión antes de abordar la penúltima fase de la hipnosis:


“Te resulta agradable oír mis palabras. Apruebas todo lo que yo te digo. Dentro de un momento tu cuerpo se va a poner rígido. Pronto tu cuerpo se pondrá duro, duro, duro, duro como una piedra. Cuando yo diga tres, tu cuerpo estará tan duro como una piedra. Uno... dos... tres... Todo tu cuerpo está duro, duro como una piedra. Tan duro que no puedes permanecer como estás, tienes ganas de acostarte. Tu cuerpo está duro, pesado, pesado, pesado, tienes que acostarte.”

El hipnotizador sostiene al  sujeto y le ayuda a tenderse en el sofá, después continúa:

“Sientes tu cuerpo duro y pesado, pero eso cambiará. Cuando yo diga tres tu cuerpo se ablandará. Cuando yo diga tres desaparecerán de inmediato la rigidez y la pesadez. La rigidez y la pesadez desaparecerán, tu cuerpo se ablandará. Uno... dos... tres... Ya está, la rigidez y la pesadez han desaparecido. Tu cuerpo es flexible. Flexible y ligero. Respiras tranquilamente. Tu respiración es tranquila y regular. Tu cuerpo es flexible y ligero, cada vez más flexible y ligero. Hasta tal punto que, cuando yo diga tres, tendrás la impresión de que tu cuerpo se echa a volar. Cuando yo diga tres tu cuerpo, que sientes increíblemente flexible y ligero, volará. Uno... dos... tres... Tu cuerpo, flexible y ligero, vuela. Flotas en el aire. Tu cuerpo es tan liviano que flotas en el aire como una pluma, flotas en el aire como una pluma. Es agradable flotar en el aire. Dulce, descansado... Disfrutas de la extrema liviandad que se apodera de tu cuerpo. Te sientes relajado, cada vez más relajado. Estás dormido. Duerme... quiero que duermas...”

(Ahora deberías de aplicar cualquier técnica de profundización.)
 

domingo, 3 de mayo de 2015

9:00

Método del reloj de pulsera - Parte 1




Aviso: Mucho cuidado con la parte en la que el sujeto tiene que imaginarse un león. Si el sujeto tiene fobia a los leones, las reacciones son ilimitadas. (Siempre puedes cambiar esa escena por otra. Lo que tienes que hacer es que el sujeto se ría.)

El sujeto permanece de pie, con los pies juntos y los brazos a lo largo del cuerpo, mientras el hipnotizador le dice:

Cierra los ojos. Y ahora escúchame. Piensa en un reloj de pulsera. Sigue con el pensamiento la aguja que marca los segundos. Piensa en la pequeña aguja que gira, la pequeña aguja que avanza en redondo... que avanza suave y regularmente.”

El hipnotizador observa al sujeto durante unos minutos para determinar su grado de sugestión y, a menos que la persona lo haga por propia iniciativa, le invita a describir círculos con la cabeza imitando el movimiento de la aguja, a la vez que continúa diciéndole:

Voy a contar hasta tres, y cuando diga tres te sentirás completamente relajado y empezarás a moverte. Desde ahora, vas a empezar a moverte solo, exactamente igual que la aguja del reloj. Ya empiezas a seguir el movimiento de la aguja. A medida que respiras, ese movimiento se afianza. No obstante tus piernas permanecen sólidas, inmóviles, sólo se mueve el resto de tu cuerpo. La aguja gira. Te mueves por ti mismo. Uno... Dos... Tres... Te mueves, te mueves...” 

Cuando se manifiesta la reacción del sujeto, el hipnotizador sigue diciendo:

Dentro de poco tu mano izquierda se va a levantar. Cuando yo diga tres, tu mano izquierda se va a levantar. Tu mano izquierda comienza ya a levantarse...

El hipnotizador adelanta ligeramente las manos en dirección al sujeto y afirma:


“La fuerza que se desprende de mis manos hace que tu mano izquierda se levante, sientes la atracción que está ejerciendo. Uno... dos... tres... Tu mano izquierda se levanta.”

Cuando la mano se levanta (a veces hay que insistir) el hipnotizador prosigue:

“Dentro de un momento la rigidez se va a apoderar de todo tu brazo izquierdo. Tu brazo izquierdo se va a poner rígido. Cuando yo diga tres estará completamente rígido. Tu brazo comienza ya a ponerse rígido. Uno.. dos... tres... Tu brazo izquierdo está rígido.”

El hipnotizador mueve ligeramente el brazo del sujeto y, si efectivamente está rígido, continúa: (Si no lo está, seguir dando sugestiones de rigidez hasta que se produzca el efecto deseado.)

“Tu brazo izquierdo está muy rígido. Te resulta imposible doblarlo. Cojo tu brazo y resulta imposible doblarlo. Nadie puede doblarlo... Intenta doblarlo. No lo consigues. Es imposible doblarlo. Ahora, imagina que estás dentro de una jaula de leones. Estas en una jaula de leones y no tienes miedo; al contrario, te ríes. Un león se te acerca, pero tu te ríes.”


viernes, 1 de mayo de 2015

9:00

Método de los brazos estirados - Parte 1


Para este apartado os voy a mostrar una técnica creada por uno de nuestros lectores:
Nelson Palacio, de Medellín, Colombia.

Aquí tenéis el desarrollo explicado por su autor:

“... además estuve pensando en otro método para sugestionar inicialmente a la persona y me ha resultado muy efectivo. Es algo parecido al del método del brazo liviano y al de la caída hacia atrás, combina estas dos formas.
Lo que sucede es que el sujeto se ubica o se pone en posición como en el método de caída, tú le explicas como funciona pero en vez de sugestionarlo de una vez, le sostienes los brazos estirados completamente contra el cuerpo a los costados, le dices al sujeto que va a tratar de subir los brazos por sus costados durante 30 segundos mientras que tu le haces fuerza en la dirección contraria (hacia abajo) mientras tanto, vas a decirle que cuando termine de contar hasta tres va a dejar de empujar y se va a relajar mientras que sus brazos van a ser de aire cada vez mas y mas livianos (esto lo dices mientras empuja hacia fuera), en el momento que cuente hasta tres, la sueltas y la sugestionas diciéndole que tienes el control de sus brazos y le dices que están livianos mientras se concentra en ello, inmediatamente sus brazos van a comenzar a levantarse por mero hecho físico, debido a que los músculos aun están tensionados hacia arriba por lo tanto el movimiento es involuntario y tu le atribuyes el hecho a la sugestión, este es un método mucho mas fácil que el de los ojos o caída hacia atrás, ...”

Método detallado:

El sujeto permanece en pié, con los brazos caídos a lo largo de su cuerpo. Entonces, el hipnotizador, le dice:

“Ahora, vas a intentar subir tus brazos por los costados... Con todas tus fuerzas, intentarás subir tus brazos hacia arriba...” (Se le debe quedar bien claro cómo será el movimiento que deberá hacer. Espero que el siguiente dibujo te lo aclare.)

lunes, 27 de abril de 2015

8:00

Prueba del “imán”




Esta prueba fue elaborada en 1955 por el Dr. Boule, de Leningrado. De pie, frente al hipnotizador, el sujeto sostiene en una mano un péndulo o un hilo rígido al que se le ha atado un peso. El hipnotizador, por su parte, está provisto de un imán ficticio, en forma de herradura, que puede pasar por un imán real. El hipnotizador dice:

El péndulo que sostienes va a seguir los movimientos que yo dibuje con este imán. Míralo fijamente. En cuanto adelante el imán, el péndulo irá hacia atrás. Tan pronto como el imán retroceda, el péndulo lo seguirá.”

El hipnotizador acerca y aleja el falso imán y sugiere:

“El péndulo va a comenzar a oscilar. No vas a poder evitarlo, el péndulo va a seguir los movimientos del imán. Es imposible que el péndulo permanezca inmóvil. Ya está, casi imperceptiblemente el péndulo empieza a oscilar. El péndulo se mueve. Se empieza a mover con más fuerza. Su vaivén se hace más definido... Su vaivén se hace cada vez más marcado. El péndulo oscila cada vez más.”
Es obvio que la experiencia habrá dado resultado si el paciente, sin darse cuenta, imprime al péndulo un movimiento que corresponde exactamente al del falso imán manipulado por el hipnotizador.

Métodos de profundización:

Se supone que antes de realizar cualquier método de profundización, el sujeto debe de estar al menos sumido en el estado Z1 o Z2. (Es decir, que responda correctamente a sugestiones del tipo: “Tu puño está tan cerrado que no eres capaz de abrirlo...”)

viernes, 24 de abril de 2015

8:00

Método de la escalera - Parte 2


Siete, has descendido el séptimo escalón. Perfecto. Posiblemente notarás que esa agradable sensación que produce la relajación se apodera de tus hombros, de tus brazos... No se excluye que sientas una pesadez mayor en un brazo que en otro. Puede que todavía tengas la impresión de que el brazo izquierdo pesa más que el derecho. O puede ser también que sientas más pesado el brazo derecho que el izquierdo. No importa. Lo esencial es que seas cada vez más consciente de esa agradable sensación de relajación que experimentas. Tal vez esta sensación te dé la impresión de pesar más. O quizá al contrario: te sientes más ligero. No tiene ninguna importancia.

Ocho, te encuentras en el octavo escalón. Tal vez notes que, a pesar de la sensación de relajación que te invade poco a poco, tu corazón late más deprisa, con más fuerza... Puede ser que notes también un escozor en los dedos... o que tus párpados pestañeen...

Nueve, desciendes el noveno escalón. Tu respiración es lenta y profunda. Te relajas. Notas que tu cuerpo está cada vez más relajado bajo el efecto de esa sensación que disfrutas...

Diez, desciendes el décimo escalón y te encuentras a mitad de camino del final de la escalera. Puede que en tu mente surja alguna duda; puede que te preguntes a dónde lleva todo esto. Pero, al mismo tiempo, eres consciente de este hecho: sólo importa tu relajación, una relajación sumamente agradable que se apodera de todo tu cuerpo...

Once, ya estás en el undécimo escalón. Probablemente notarás el aumento considerable de tu sensación de pesadez, una pesadez agradable que te relaja cada vez más, que te protege de cualquier trastorno, de cualquier preocupación...

Doce, bajas el duodécimo escalón. Quizá te parece que mi voz resulta más audible. Me oyes mucho mejor, captas más fácilmente cada una de mis palabras. Y, a la vez, te sientes cada vez más relajado, cada vez más protegido de toda preocupación...

Trece, te encuentras en el decimotercero y disfrutas con mayor intensidad de la relajación que se ha apoderado de tu cuerpo...

Catorce, desciendes el decimocuarto escalón. Puede ser que sientas una agradable sensación de hundimiento, como si tu cuerpo se hundiera cada vez más en el sillón. No existen las preocupaciones ni los trastornos. El sillón te sostiene, te envuelve de manera segura, hace nacer en tu cuerpo una agradable sensación de calor, y te sientes perfectamente a gusto.

Quince, llegas al decimoquinto escalón. Has dejado atrás las tres cuartas partes del camino. Tu relajación es profunda, cada vez más profunda. Nada te importuna, no tienes que cumplir con ninguna obligación, puedes gozar completamente de esta relajación...

Dieciséis, has bajado el decimosexto escalón. Tal vez te preguntes qué impresión tendrás cuando llegues al final de la escalera. Pero al mismo tiempo percibes perfectamente la sensación agradable que te causa esta relajación cada vez más profunda, este estado en el que nada te molesta, nada te distrae, nada te inquieta...

Diecisiete, has llegado al decimoséptimo escalón y te acercas cada vez más al final de la escalera. Probablemente tu corazón late con más fuerza. Puede ser que la agradable pesadez de los brazos y las piernas se acentúe. De cualquier forma, eres consciente del hecho de que lo único que importa es la sensación que te está brindando esta experiencia, esta relajación agradable que elimina todo lo que podría molestarte o inquietarte...

Dieciocho, estás en el decimoctavo escalón, muy cerca del final de la escalera, liberado de cualquier preocupación de cualquier problema, y gozando de una relajación extraordinaria, que se va a profundizar. Tu cuerpo pesa, pesa y está relajado. Te sientes a gusto, perfectamente relajado. Ninguna obligación te impide entregarte completamente a la relajación . te encuentras bien, nada te molesta y notas la sensación agradable y tonificante que te aporta tu respiración regular...

Diecinueve, has bajado el decimonoveno escalón, estás muy cerca de la meta. Gozas de una despreocupación total que te permite saborear plenamente la relajación. Te sientes muy bien. Descansado, perfectamente a gusto y al mismo tiempo absolutamente consciente de lo que pasa. ¡Atención!

Veinte, ya está, te encuentras al final de la escalera. Te sientes profundamente relajado. Y esta sensación continúa acentuándose. Con cada inspiración aumenta tu relajación.

Sigues respirando pausada y regularmente, y tu relajación se acentúa a medida que lo haces. Pero nada te impide escuchas atentamente lo que voy a decirte.

(Ahora es aconsejable aplicar un método de profundización o incluso, aplicar cualquier método hipnótico en el que se comience con los ojos cerrados.)

(Para despertar al sujeto, dile que vas a contar de veinte a uno, que seguramente lo habrá adivinado, tiene que ir subiendo la escalera, y al llegar al final, podrá despertarse y se encontrarse muy bien.)

miércoles, 22 de abril de 2015

8:30

Método de la escalera - Parte 1



Este procedimiento, tal como lo presento, deriva de los trabajos de Erickson. Joseph Barber, odontólogo norteamericano, lo emplea con un 99% de éxito. Se basa en hacer que el sujeto acepte progresivamente todos los estados de relajación por el que pasa su cuerpo a lo largo de la hipnosis.
Una cosa curiosa de este método es que no aparecen por ningún sitio las palabras: dormir, sueño, etc. Lo que hace que esta técnica sea muy efectiva para los sujetos en los que los otros métodos no han funcionado. Quizás inconscientemente creen que al dormirse, no despertarán nunca, o que podrían ser controlados completamente por el hipnotizador, etc. Mientras no nombremos las palabras a las que tiene “miedo”, el sujeto creerá que todo va bien y no rechazará esas sugestiones.

(Esta técnica se desaconseja a personas que tengan problemas respiratorios o de corazón!)

Se empieza diciendo más o menos lo siguiente:
-En este momento usted está relajado, pero quizá te gustaría gozar de una relajación mayor.
Si el sujeto responde afirmativamente, el hipnotizador continúa:
-Voy a indicarte lo que debes hacer. Te resultará muy fácil. Debes saber que nada va a cambiar para ti, no sentirás nada en particular; la única diferencia será que, dentro de un momento, vas a estar más relajado que ahora. Y no vaciles en consultarme si algo te sorprende o te intriga. Para empezar, es imprescindible que te instales en este sillón lo más cómodamente que puedas. Encuentra la posición ideal en la que te sientas verdaderamente a gusto. Ahora me gustaría que comprobaras hasta qué punto puedes mejorar tu relajación inspirando muy profundamente sólo una vez. Inspira profundamente. Perfecto. Sin duda notas una sensación de calor muy agradable en el cuello y los hombros. Para acentuar esa sensación, conviene inspirar profundamente otras cuatro veces, y entre cada una de esas inspiraciones profundas, vas a soplar. Vamos. Ya lo notas, tus hombros están más cómodos y, cuando bajas los párpados, tus ojos disfrutan de una sensación de relajación. Cuando tus párpados tengan tendencia a bajar, respeta esa tendencia, no vaciles en cerrar los ojos. Debes intentar percibir esas sensaciones de relajación en los hombros y en los ojos, fíjate en cómo el aire que sale de tus pulmones aumenta la sensación de relajación, y notar que esa relajación se extiende poco a poco por todo tu cuerpo.

Perfecto. Continúa respirando profunda y regularmente, sintiéndote a gusto, e intenta imaginar una escalera. Me gustaría que imaginaras una escalera, no importa de qué tipo, una escalera con veinte escalones. Imagínate en lo alto de esa escalera. No es necesario que imagines la escalera entera, basta con que evoques una parte de los veinte escalones. ¿Ya está? Perfecto. Te encuentras mentalmente en lo alto de la escalera, y desde el escalón que estás pisando ves algunos otros. Dentro de un momento voy a empezar a contar, con voz clara y fuerte, de uno a veinte. Quizá lo hayas adivinado, se trata de descender mentalmente por la escalera. Cada vez que yo pronuncie una cifra, bajarás un escalón. Debes hacer un esfuerzo por ver claramente ese descenso, notando a la vez cómo aumenta tu relajación. Conforme bajas escalones te sentirás más y más relajado. Cuanto más te aproximes al final de la escalera, más relajado te encontrarás. ¿Estas listo para emprender este descenso imaginario?

Si la respuesta es afirmativa, el hipnotizador prosigue:
-Voy a contar. Uno, un escalón hacia abajo... Dos, bajas el segundo escalón... Tres, tercer escalón. Quizá ya percibas que tu relajación es mayor. Es posible que sientas más relajadas unas partes de tu cuerpo que otras. Puede que los hombros y el cuello están más relajados. O tal vez tengas la impresión de que tus piernas están más relajadas que tus brazos. Esto no tiene ninguna importancia. Sólo una cosa es importante: que te sientas bien y cada vez más relajado...

Cuatro, bajas el cuarto escalón. Y puede que la relajación empiece a notarse en una parte determinada de tu cuerpo. Puede ser que esta relajación profunda invada poco a poco tus ojos, tus mejillas, tu boca, tu mentón. Tal vez descienda hasta tu cuello. Una relajación agradable, profunda...

Cinco, estás en el quinto escalón. Ya has recorrido un cuarto del camino. Has descendido un cuarto de la escalera. Quizá ya empiezas a darte cuenta de que tu relajación aumenta. Te sientes bien, cada vez mejor...

Seis, llegas al sexto escalón. Quizás notes que se desvanecen progresivamente los ruidos que hasta ahora te molestaban o te distraían. Puede ser que notes que lo que todavía puedes oír ya no te molesta, sino que se integra armoniosamente en el universo de relajación que disfrutas en este momento.

lunes, 20 de abril de 2015

8:00

Prueba de la “mano-tenaza”





Para realizar esta prueba, es necesario tener un objeto brillante. (Por eso de la fascinación visual. Recuerdas? (Para que nuestras sugestiones entren más fácil en el subconsciente del sujeto)) Usaremos para este ejemplo un péndulo de cristal. (Tú puedes usar cualquier otro objeto brillante.)

Esta prueba consiste en hacer que el sujeto apriete un objeto pequeño en su puño, y mientras mira el péndulo, le damos sugestiones de que apriete el puño fuertemente, y que al contar hasta tres, mientras siga mirando el péndulo, le resultará imposible abrir el puño.

“Quiero que cierres tu puño fuertemente y que mires a este péndulo. Quiero que aprietes tu puño fuertemente, y verás que a medida que pasa el tiempo, sientes tu puño cada vez mas cerrado... Ahora, cada segundo que pases mirando este péndulo sentirás como tu puño se cierra cada vez más herméticamente, como si se hubiera convertido en plomo. Sientes como tu puño se convierte en acero, ahora tu puño es de hierro. No se puede abrir. Cuando cuente hasta tres, intentarás abrir la mano para soltar el objeto que tienes en tu puño. Enseguida te darás cuenta de que mientras sigas mirando este péndulo, no serás capaz de abrir tu puño, mientras sigas mirándolo, tu puño no se abrirá...”

(Seguir dando sugestiones del mismo tipo. Después de uno o dos minutos...)

“Ahora voy a contar hasta tres. Uno.... Tu puño está completamente cerrado... Dos... Mientras sigas mirando este péndulo, verás como te es imposible abrir tu mano... Tres... Sin dejar de mirar al péndulo, intenta abrir tu puño y verás como te resulta imposible.”

Mientras no pueda abrir su puño, reforzar con sugestiones del tipo:

“Ves? Cuanto más intentas abrir tu puño, más se cierra.... Mientras miras al péndulo, sientes que no eres capaz de abrir tu puño... Te resulta imposible abrir tu mano...”

Dependiendo del tiempo que tarde en conseguir abrir la mano, ese será el grado que tiene para aceptar las sugestiones del hipnotizador. Pero...

ATENCIÓN: Este método resulta muy complicado para alguien que no tenga práctica. Si no te han dado resultado las pruebas fáciles, no intentes con esta, que seguro que no te funcionará. Si te has dado cuenta, este método se basa en la capacidad de sugestión del hipnotizador, de su forma de hablar, su tono, su rapidez a la hora de tomar decisiones sobre qué tipo de sugestiones hay que dar en cada momento, etc. Así que mi consejo es que no lo uses hasta que no hayas puesto en práctica todos los anteriores.

TAROT ECONÓMICO Y BARATO FIABLE VIDENTES BUENOS DESDE ESPAÑA

TAROT ECONÓMICO Y BARATO FIABLE VIDENTES BUENOS DESDE ESPAÑA
Consultas de Tarot Económico Y Tarot Barato Fiable Videntes Buenos desde España

TAROT ECONOMICO 5€/15M

Tarot Barato | Económico | Fechas exactas, Servicio de Tarot Ecónomico, Consultas Online, Tarot Amor gratis Tarot visa económico 5€/15m, videntes económicos. Tarot telefóno Whatsapp, la Mejor Vidente, 25 Años de Experiencia, Tarot Fiable.

Hola soy Mary, Vidente buena y Fiable Santera y Espiritista, te ofrezco tu consulta de tarot económico, puedo identificar tus problemas, soy experta en todo tipo de trabajos espirituales, rompimientos fuertisimos por dificiles que sean, amarres de pareja económicos fiables y garantizados, con mi videncia natural de nacimiento podré ver todo aquello que quieras saber encontraremos el camino certero a seguir, la lectura de tarot es fiable y certero, cita por WhatsApp con Mary Santera al 615271358, mi tarifa por telefono es media hora 20€ y una hora 30€. Quieres consultar a una vidente buena, sincera y sobre todo certera, llama a mi tarot, me llamo Mary Santera. Soy vidente Natural y atiendo personalmente y de inmediato. Nada de esperas.

Si tiene alguna pregunta o desea ver lo que le depara el futuro a través de nuestras consultas de tarot económico, por favor llame a uno de nuestros taroristas y videntes fiables sin gabiente y estaremos encantado de asesorarle en cualquier consulta que necesite. Nos especializamos en muchas áreas incluyendo el amor, las finanzas, el tarot sobre trabajo, las relaciones y cualquier otra área que esté interesado. También tenemos un equipo de mediums experimentados que tratarán de establecer una conexión con cualquiera de sus seres queridos.

Todas las lecturas son confidenciales entre usted y el lector y siempre tenemos lectores disponibles las 24 horas del día para que pueda llamar cuando sienta la necesidad. Tal vez usted tiene un problema con su relación y realmente quiere ver lo que el futuro tiene con su pareja, tal vez no está seguro si debe cambiar de trabajo y necesita alguna orientación.

Serán asesorados por nuestros tarotistas fiables que en nuestras líneas baratas 806 telefónicas. Una vez que haya llamado a nuestros videntes fiables, nunca querrá volver a llamar a otro servicio de tarot barato.

Tarot Barato Fiable y Tarot Económico

Vidente Fiable y Certero

Servicio ofrecido por BLUE LIGHT STAR SL. Apdo. de correos 70 C.P 08184 Barcelona. Servicios para mayores de 18 años. Coste del servicio para 806 desde red fija 0,42€ €/ minuto desde red móvil 0,79€ €/ minuto IVA incluido.