Ocurre que la cosmología es el entendimiento del
universo, la manera como está estructurado, sucede jerarquías y especulación
sobre su forma. Inicialmente, la noción de locos humo lógico nace en el seno de
la religión. Es una concepción teológica, la cual asume que el universo es
habitado por seres superiores (los dioses) y a su vez a la existencia del mundo
terrenal donde se desenvuelven los seres humanos.
Con el desarrollo de las ciencias
y de la astronomía, la cosmología pierde
su connotación religiosa. Hoy en día se le considera como una de las variantes
de la astrofísica. Se hacen cálculos y especulaciones de tipo físico y
matemático para determinar la estructura, así como el origen del universo. No
obstante, en este post queremos especular sobre la cosmología entendida desde el punto de vista de la magia y de la
religión.
Consideraciones sobre la cosmología religiosa
Muchas religiones han considerado
que el origen del universo es por creación de la divinidad. Tal vez, el caso
más conocido en todo occidente es el de la Biblia. En el antiguo testamento, se
asevera que Dios creó el mundo en siete días. Además, esta creación divina
tiene una serie de estructuras y de jerarquías. Existe la tierra, existe el
espacio donde se desenvuelven los seres humanos. No obstante, la cosmología también indica que existe un
cosmos donde se encuentra Dios y los ángeles. Es decir, existe una dualidad en
el universo: lo terrenal y lo divino.
A lo anterior, se añade la noción
del infierno. La tierra y los seres humanos están en una suerte de posición intermedia.
Se suele decir que hacia arriba (el cielo) se encuentra Dios y los seres
bondadosos. En cambio, en coordenadas inferiores o hacia abajo se ubica el
infierno. Este último tiene connotación negativa y de castigo. Lo interesante
es que en esta cosmología se retrata
uno universo donde queda claro que la actitud del hombre termina decidiendo su
destino.
La vida en el plano terrenal con
lleva aquí luego de la muerte las personas puedan ascender y estar al lado de
Dios. Si esta vida es negativa, llena de pecados y contraria a las exigencias
de la divinidad; entonces la persona va a descender o quedarse en el infierno.
Como se puede entender esta cosmología
implica todo sistema de coordenadas que trasladan a la creación del universo
los rituales y formas de pensamiento cristianos.
El caso de la cosmología hindú
En el hinduismo la concepción del
universo es distinta a la del catolicismo. Queremos mostrar la por una razón.
Sucede que tanto la religión cristiana, como el islam y el judaísmo tienen
cosmogonía es bastante similares. No obstante, la cosmología hindú tiene otras características.
Para los hindúes el universo
tiene en realidad muchos mundos paralelos. En estos mundos paralelos de lo
ocurrido un fenómeno que para ellos es importante: la reencarnación. En opinión
de los hindúes el universo como tal no tiene una definición clara. Para ellos,
tiene varias etapas. Las personas van reencarnaras de iban apareciendo en cada
etapa distinta, cada una de esas etapa es una suerte de escapa del universo.
Esta idea de las tapas del
universo se representa en la cosmología
hindú con ayuda de un curioso mito. Este hace referencia al Dios Visnu, el cual
se encuentra sobre una serpiente que flota sobre las aguas primordiales. Del
ombligo de esta serpiente nación a flor de loto donde se encuentra Brahma. A
partir de esta flor se empieza crear en el mundo que conocemos, siendo los
pétalos de la flor las diversas capas del mundo las cuales vamos reencarnando.
De esta manera, para los hindúes
el universo es en realidad una sucesión de capa. Es necesario morir para pasar
de una capa o estrato al siguiente. De esto, resulta que con cada muerte y
renacimiento las personas arrastran un karma. El objetivo es llegar a una
determinada existencia sin karma alguno. Es entonces cuando se llega un estado
de perfección y estabilidad conocido como el nirvana. Este nirvana es lo más
parecido al cielo en la cosmología
hindú.
La muy peculiar cosmología escandinava
Son bastante llamativas las
descripciones del mundo en las religiones nórdicas. Estas tienen como punto de
partida la idea de que el mundo se encuentra dividido en diversos lugares, los
cuales están interconectados por las ramas de un gran árbol llamado Yggdrasil.
Dicho en otras palabras, en la cosmología escandinava el universo es un
árbol gigante. Se trata de un árbol que tiene nueve lugares un mundo. Estos son
los siguientes: Helheim (mundo de los muertos), Svartálfaheim (lugar de los
enanos), Niflheim (espacio de las
nieblas y el terror), Jötunheim (territorio de los gigantes), Midgard (es la
rama del árbol habitada por los humanos), Vanaheim (el hogar de los vanir,
encargados de la fertilidad), Alfheim
(rama de los elfos de la luz), Asgard (es la rama superior y dónde habitan los
dioses) y Muspelheim (rama donde se encuentra el fuego).
Como se puede apreciar, cada
religión tiene su propio modo de ver el mundo. De ahí derivó una suerte de
concesión del universo que genera una cosmología
particular.
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