Mucha gente
sospecha que tiene algunos espíritus
burlones en sus hogares o sitios de trabajo. Esto sucede cuando se empiezan
a perder cosas, como por ejemplo un pendrive que luego aparece dentro de la
nevera o flotando sobre una sopa. También, si dejan aretes o cosas incómodas
dentro de los zapatos. Otro síntoma recurrente de los espíritus burlones son
luces que se prenden y apagan, ruidos de monedas o escuchar risas por rincones.
Igualmente, tener la sensación de que alguien se asoma por las puertas o
ventanas.
Si crees que tienes
una pequeña plaga de espíritus burlones,
entonces cuenta con nuestra ayuda. Te podemos ayudar a deshacerte de ellos. Si bien no son tan peligrosos como los
demonios como las almas negras, lo cierto es que son molestos. Por ello,
llámanos al número 806 00 21 71 y
te ayudaremos a espantarlos.
Sobre los distintos tipos de
espíritus
Antes de
especificar a los espíritus burlones,
vamos a dejar en claro que existen tres tipos de espíritus. Nos referimos a los espíritus puros, los
buenos y los impuros. Se trata de la categorización más usada dentro de la doctrina del espiritismo. A
continuación, los detallamos cada uno de ellos:
1. LOS ESPÍRITUS PUROS: están
más cerca de la divinidad, no están mezclados con las vibraciones del mundo de
los seres vivos. Las deidades y los serafines son ejemplos de estos espíritus.
2. LOS ESPÍRITUS BUENOS: son
espíritus inferiores a los puros. No
obstante, transmiten buenas vibraciones. No son malignos y tampoco desean nada
fuera de su mundo espiritual, es decir, no aspiran volver a la vida o encarnar
en objetos o seres vivos. A su vez, se subdividen en tres clases: Los Espíritus
Benévolos (se dejan llevar por sus sentimientos), Los Espíritus Sabios (se
dejan llevar por su intelecto) y los Espíritus Puentes (son intermediarios
entre los humanos y los dioses).
3. LOS ESPÍRITUS MALOS: en esta
categoría entran los espíritus burlones.
Son entes que no tienen clara su situación. Son ambiciosos. Molestan a las
personas. Los demonios y otras entidades integran este universo. A su vez se
clasifican en: Los Impuros (como Lucifer y otros ángeles caídos), Los Ligeros (acá se ubican los espíritus
burlones), Los Pseudosabios (creen tener toda la verdad), Neutros (no saben
que están muertos) y Golpeadores (mueven cosas, son los causantes de los
poltergeist y no tienen inteligencia, solo rabia).
Una vez aclarada la
variedad existente de espíritus, toca ahora detallar a los espíritus burlones. En dado caso, ya indicamos que forman parte de los llamados ESPÍRITUS MALOS. Además, se catalogan
como LIGEROS, con lo cual se afirman que son ignorantes, malintencionados,
inquietos y burlones.
¿Qué son con exactitud los
llamados espíritus burlones?
Si tuviéramos que
hacer un símil, diríamos que son como delincuentes
juveniles. No se cuidan de lo que hacen y no son conscientes de las
molestias que causan. Se complacen haciendo pequeños pesares.
Los llamados espíritus burlones son traviesos por
naturaleza. Podría decirse que son bastante inmaduros. No son buenos, pero
tampoco son tan malignos como los demonios o los ángeles caídos. Tampoco son
almas contaminadas de maldad. Incluso, a
veces parece que no disciernen la diferencia entre el bien y el mal.
A esta clase
pertenecen los vulgarmente llamados duendes,
gnomos y diablillos. A veces, son
como sirvientes de otros espíritus de más nivel. Pueden hacer favores a los ángeles, pero también a los demonios. Les
gusta hacer pasarse por otros entes. Son muy ladrones, se llevan cosas de las
casas. Además, hay algunos enamoradizos
y cuando se dejan llevar por los sentimientos son sumamente fastidiosos y
cursis.
A veces, las casas
se llenan de espíritus burlones. Es
normal que sea así. Desde el punto de vista de la reencarnación, se dice que son entes que empiezan a retroceder en vez
de avanzar. Por ejemplo, fueron almas humanas que luego van hacia plantas,
roedores, insectos o pequeños animales como lagartijas. En sus nuevas formas,
aún conservan algo de consciencia y hacen desastres. Es por eso que la gente se
sorprende que los ratones tengan reacciones casi humanas o que ciertas plantas
se alegren, tengan más colo,r cuando vean a una persona.
El problema de los espíritus burlones es que pueden ser
molestos. Sobre todo si desean tener atención o les gusta burlarse de la gente.
Por alguna razón, suelen tener mucho
sentido del humor. No hacen daños, no causan traumas… son bromistas,
incómodos. A veces, estropean el maquillaje de las mujeres, se roban cosas o
apagan y prenden luces. No hacen sentir el ambiente pesado, como ocurre en los
poltergeist. No emanan odio. Solo son
traviesos y exasperan con sus travesuras.
¿Cómo deshacerse de los espíritus
burlones?
Nunca hay espíritus burlones en una casa abandonada. ¡Se aburren si no tienen a quien fastidiar! Por eso, una primera
recomendación es que no les hagas caso. Entonces,
ellos se van a otra casa u otro sitio donde encuentren a quien sacar de sus
casillas.
Pero hay algunos que son muy tercos. Y peor aún, llevan años establecidos en un lugar. Entonces, no se
quieren ir. Entonces, lo mejor es usar magia blanca. Por lo general, es bueno
engañarlos. A veces jugar con ellos y hacerlos entretenerse con otras cosas.
Los espíritus burlones, para ser
honestos, no son inteligentes.
Tampoco aspiran grandes cosas ni son ambiciosos. Solo gustan de molestar y que
les presten atención.
Hay conjuros y oraciones que los espantan, pero debe
hacerlos un profesional. Estos espíritus son asustadizos y si se invoca a un
ángel o una entidad superior, esta puede alejarlos. También, se puede pedir a
un sacerdote que bendiga la casa. Tener
mucha luz, o irse de la casa por unos meses y luego volver. Al estar solos,
pueden irse a otro lado buscando a quien fastidiar.
Te podemos ayudar a espantar a los
espíritus burlones
Ahora que ya sabes
lo que son los espíritus burlones,
nosotros te insistimos en que podemos ayudarte a deshacerte de ellos. Sabemos hacer excelentes conjuros para tal
fin. También, te enseñamos algunos trucos con velas y otros objetos. A
estos espíritus les desagrada el olor de la planta de ruda. Todos estos tips
los podemos aplicar para ayudarte. Estamos a tu plena disposición por vía
telefónica. Solo debes llamarnos al número
806 00 21 71.
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