Un día Martes, apenas el reflejo solar asoma, la persona interesada debe de ir junto a la ribera y extraer un litro de agua. Luego escoge unas matas. Acto continuo se dirigirá a unos doscientos metros del sitio precedido. Allí hará una fogata y con el agua recogida apagará al final aquel fuego, que viene a ser la muerte de aquel amor.
La oración que va a continuación debe decirse al ejecutar el citado trabajo:
"Luz de mi vida, por los espíritus de Adonay, Cloim, Ariel y Jehová, que este amor puro
y sincero que ha nacido en mi pecho con el fuego intenso de una pasión sagrada, sea
mío, puramente mío y que el mal espíritu se aleje hacia lo ignoto enterrando para
siempre ese amor despreciable y abominable".
(El Talismán de Venus ejerce influencia en este pedido).
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