videncia economica
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Para hacemos amar de una persona ausente y hacerle sentir grandes deseos de venirnos a vernos
"Para realizar este trabajo de transmitir mágicamente nuestros deseos a largas distancias, es preciso poseer un objeto cualquiera que haya pertenecido por algún tiempo a la persona ausente que se trata de cautivar. Este objeto puede ser una prenda de vestir o solo un fragmento de ella, puede ser igualmente una petaca, un abanico, un pañuelo de bolsillo, etc., etc. Cuando se esté en posesión de dicho objeto, se hará lo que sigue; Una noche, entre once y doce, en un cuarto cerrado y sin testigos, cogerás un pedazo de pergamino virgen y trazarás en él, con un pedazo de carbón consagrado, un doble circulo cabalístico, de uno a dos palmos de diámetro, según convenga. Entre las dos circunferencias escribirás, con tinta mágica, el nombre y los dos apellidos de la persona ausente. Alrededor del circulo colocarás cuatro candeleros, con sus cirios correspondientes, los cuales se encenderán cuando se indique. Los candeleros, que serán de barro cocido y pequeñitos, deben colocarse a una distancia, aproximadamente, igual unos de otros y en dirección a los cuatro puntos cardinales.
Hecho lo que antecede, colocarás en el centro del círculo el objeto de la persona ausente y el Talismán de Venus. Luego se encenderán los cuatro cirios, por el orden que sigue; en primer lugar el cirio correspondiente a la parte del Norte; en segundo, el de la parte Este; luego, el del Sur, y, por último, el de
la parte Oeste. Acto seguido recitarás el siguiente conjuro:
Rápida ronca, Run Ras, Paxiforme;
Grandura, Denclifax, Panta, Silente.
Yo os conjuro por los Cuatro Vientos,
Por Tizón y por Carbón
y por cuantos demonios-hembras son:
y por el Diablo Cojuelo
para que con pronto vuelo
me traiga a ... (aquí el nombre)
en este sitio. Aqui:
y me ame sólo a mí,
Que venga, que venga,
y no se detenga
por el aire como torbellino
sin que tropiece por el camino.
Grandura, Denclifax, Panta, Silonte,
Rápida ronca, Run Ras, Paxiforme;
Se matan las luces por el orden inverso en que han sido encendidas. Este conjuro debe repetirse nueve noches consecutivas, y es más que seguro que la persona amada comparecerá ansiosa de vernos, si una fuerza mayor no se lo impide, pero no por eso dejará de amarnos menos y procurará venir en cuanto le sea posible.
El extravagante conjuro que precede lo hemos extraído de un pequeño libro de hechizos publicado en Sevilla el año de 1619. Se atribuye a una bruja muy célebre, llamada Benita.